San Giminiano





San Giminiano es un pequeño pueblo amurallado de origen medieval, erigido en lo alto de las colinas de la Toscana. Se localiza a cerca de 35 minutos en coche al noroeste de la ciudad de Siena y cerca de la misma distancia al suroeste de la ciudad de Florencia. Este pueblo es muy famoso, principalmente por su arquitectura medieval, especialmente sus torres. El centro histórico de San Giminiano ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1990.

En los pueblos amurallados toscanos de la época medieval, las familias adineradas cometían entre sí por la erección de torres más altas que simbolizaban más poder y riqueza, y a la vez servían como hostales y fortalezas. Debido a que San Giminiano se asienta en lo alto de una colina, desde el poblado se puede ver muy bien el horizonte a varios kilómetros de distancia. 

Hay veces que el azar marca, para bien o para mal, el destino de una ciudad. San Giminiano lo sabe bien, sobre todo cuando el camino de peregrinación de la Via Francigena que seguía los pasos de los fieles camino a Roma, atravesó las colinas donde se había alzado el pequeño pueblo Toscano. Antes, el núcleo lo formaba un castillo de la iglesia de Volterra, 

Mucho antes, en el 63 a.C., y según la leyenda, los hermanos patricios Muzio y Silvio, que habían huido de Roma, construyeron sendos castillos en el Val d'Elsa. Habitada después por etruscos y romanos, como atestiguan los restos excavados, la Edad Media y el paso de la Via Francigena sirvieron como catapulta para la ciudad. Tras la influencia de Florencia se declaró ciudad libre. La producción de azafrán y vino y el comercio de lana, junto a la proliferación de mercaderes que practicaban la usura, contribuyeron a que la ciudad alcanzace los 13000 habitantes y el núcleo se ampliase con la construcción de un segundo recinto de murallas. 

Como si de la silueta de rascacielos de Nueva York se traase, la figura de San Giminiano con sus 72 torres (de las que hoy quedan solo 13 en pie), permitía divisar su centro habitado desde lejos. Desde su gran crecimiento entre los siglos X y XII, el siglo XIII significó el punto álgido. 








La peste que asoló Europa en 1348 diezmando la pobBenozzo Golación de San Giminiano en 2/3 partes marcó el declive político y económico, pasando a estar bajo las órdenes de Florencia. El hecho de que las familias nobles apenas pudieran subsistir, significó el cambio que los palacios apenas tuvieran influencias arquitectónicas posteriores, congelando la ciudad medieval hasta nuestros días. El castillo (Rocca) es obra de ls florentinospara defenderse de las pretenciones de Siena sobre el enclave.

Hoy en día es de agradecer que haya quedado encapsulada dentro de una burbuja temporal, mostrando su trazado medieval como si volviéramos 900 años atrás en el tiempo. San Giminiano es poco más que un pueblo por sus dimensiones y su población. La agricultura y el empuje del turismo, gracias a la conseción del título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESO, lo que garantiza que las leyes urbanísticas respeten la arquitectura de San Giminiano. 

No hay que olvidar que San Giminiano es uno de los lugares más visitados de la Toscana. Este pueblo cambia mucho cuando la luz del sol se va y las luces de las farolas iluminan las bellezas del bongo medieval.

A lo largo de la Via Folgore de San Geminiano, por la izquierda, se encuentra el Hospital de Santa Fina (1203), un poco más adelante encontramos el Conservatorio de Santa Clara, sede de los Museos de Santa Clara (Museo Arqueológico, Farmacia de Santa FIna, Galería de Arte Moderno y Contemporáneo) y la Biblioteca Pública. 

Los principales puntos de atracción de este pueblo medieval son la Piazza delle Cisterna, desde donde vemos el Palazzo Comunale, la Piacoteca y la Torre Grossa, el museo arqueológico, la galería de arte moderno y contemporáneo, el museo ornitológico o el museo del vino.







La visita a San Giminiano comienza por la porta de San Giovanni, con su característico arco ojival, al lado de donde aparcan los numerosos autobuses repletos de turistas. Subiendo por la calle que lleva el mismo nombre, nos lleva a la Plaza de la Cisterna. Son numerosas las tiendas con productos toscanos , embutidos, cerámicos y recuerdos varios. 

En la Plaza de la Cisterna nos tropezamos con algunos edificios insignes, como el Palazzo Tortoli, el Palazzo del Podestà, el Hotel Cisterna (antigua residencia de las familias Cetti y Bransieri) o el Arco de Becci. Piazza della Cisterna con los palacios nobles (como el Palazzo RIdolfi o el Palazzo Lupi con su Torre del Diavolo), en medio, el pozo y con su forma triangular la Piazza della Cisterna es el centro de la ciudad, nombre que recibe de la cisterna que se construyó en 1237 y que se amplió en el año 1390.

Casi colindante está la plaza que se abre a la catedral, el Duomo, con el Palazzo del Popolo, cede de la Pinacoteca. En torno a la plaza se encuentra el Museo Etrusco y la Torre Salvucci, y si avanzamos por Via San Matteo, el Palazzo della Canceleria y el Pesciolori. En la Basílica de Santa María Assunta del siglo XII, podemos ver los frescos del Viejo y del Nuevo Testamento que pintaron artistas de la llamada Escuelas de Siena y de Florencia. De la misma manera, en la Capilla de Santa Fina, los frescos del maestro Domenico Ghirlandaio merecen detener nuestros pasos. 







En la actualidad, el pueblo de San Giminiano es eminentemente turístico, pues es ideal para una excursión de medio día o de un día. En la calle principal (Via San GIovanni) existen multitud de tiendas de recuerdos (particularmente destacan las de cerámica toscana con sus bellísimas ánforas de vivos colores y gran tamaño), así como varios restaurantes, pizzerías para llevar y hoteles rurales de gran encanto en el pueblo y sus cercanías. En verano, el pueblo está totalmente invadido por turistas. Particularmente recomendable es subirse a una de las numerosas torres y disfrutar de las maravillosas vistas del pueblo y el campo de la Toscana.

Continuando llegamos al Palazzo Tinacci y al llegar a la Porta San Matteo giramos a la derecha hasta la iglesia de San Pietro, junto a la Piazza de Sant' AgostinoUna idea agradable es alejarnos del centro hasta el Castillo La Rocca de Montesaffioli, desde donde tendremos una vista de las torres energiendo de San Geminiano. Se levantó en 1353, cuando Florencia pasó a dirigir el gobierno de San Giminiano y tiene base pentagonal con cinco torreones de defensa de las que solo una se puede visitar. En junio se desarrolla en el castillo el torneo medieval de "La Giosta dei Bastoni" con una escenificación preciosa.

Desde 2010 se puso en marcha una iniciativa cultural llamada San Giminiano 1300, que pretende mostrar la historia de la ciudad por medio de exposiciones y recreaciones de la ciudad medieval del año 1300. Para ello, cuenta con un equipo de artistas, pintores, arquitectos y diseñadores que, a través de maquetas y representaciones multimedia, nos acercan a la vida de la ciudad en su época de máximo brillo.

Algunas de las fiestas y eventos destacados de San Giminiano son la de Santa Fina en marzo, la concentración ciclística de Grafondo della Vernaccia, en mayo, la Feria delle Messi, con la recreación medieval en junio, San Agustín, en agosto y la fiesta de la Madonna de Pancole, en septiembre. 








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