Santa Maria dei Fiori




La Basílica Catedral Metropolitana de Santa Maria del Fiore es una de las obras maestras del arte gótico y del primer Renacimiento italiano. 

Símbolo de la riqueza y del poder de la capital toscana durante los siglos XIII y XIV, la catedral florentina es uno de los edificios más grandes de la cristiandad. 

Destaca de forma singular, la grandiosa cúpula, obra de Filippo Brunelleschi, una estructura isotática de 100 metros de altura interior, 114,5 metros de altura exterior, 45,5 metros de diámetro exterior y 41 metros de luz (diámetro interior), con la particularidad de que esta cúpula en sí misma anula los empujes horizontales para no transmitir al tambor que la sustenta más cargas que las verticales correspondientes a su propio peso. A la cúpula hay que añadir el campanario independiente, trazado por Giotto de 82 metros de altura y el baptisterio de San Juan con las famosas puertas de bronce de Ghiberti. El conjunto, formado por la iglesia, el campanario y el baptisterio, constituye una de las joyas artísticas y arquitectónicas de Florencia.

La catedral fue levantada en el espacio que ocupó la antigua iglesia de Santa Reparata, impulsada su construcción por la magnificencia de las nuevas catedrales de Pisa y Siena.

Al final del siglo XIII, la vieja iglesia de Santa Reparata se derrumbaba. Más aun, resultaba demasiado pequeña en un período de rápido crecimiento de la población. La próspera Florencia quería sobrepasar la grandiosidad de sus rivales toscanos, Pisa y Siena, con una iglesia magnífica, más grandiosa en tamaño y adornada más ricamente en el exterior. Esta catedral resultó ser la más grande de Europa, con una capacidad para 30.000 personas. En la actualidad solo es superada en tamaño por la Basílica de San Pedro en el Vaticano, la Catedral de San Pablo en Londres, la Catedral de Sevilla y la Catedral de Milán.

La nueva iglesia fue diseñada por Arnolfo di Cambio en 1296 para ser el templo católico mayor del mundo. Arnolfo di Cambio fue también el famoso arquitecto de la Basílica de la Santa Cruz y el Palazzo Vecchio. Diseñó tres anchas naves que morían bajo la cúpula octogonal, con la nav central cubriendo la superficie de Santa Reparata. La realización de este proyecto duraría 170 años.







En 1331 el Gremio de los mercaderes de la lana asumió el patronazco exclusivo para la construcción de la catedral, y en 1334 nombraron a Giotto di Bondone como maestro de obras. Asistido por Andrea Pisano continuó el diseño de Arnolfo di Cambio. Su triunfo mayor fue la construcción del campanille, pero murió en 1337, dejando inacabada la obra. Andrea Pisano continuó con los trabajos hasta que éstos tuvieron que abandonarse a causa de la Peste Negra en 1348.

En 1355 se reemprenden los trabajos dentro de la catedral, llevados a cabo por una serie de arquitectos, entre los que cabe mencionar a Francesco Talenti, que acabó el campanario y amplió el proyecto con el ábside y las capillas laterales, pero no alteró el exterior. En 1359 le sucedió Giovanni di Lapo Ghini que dividió la nave central en cuatro crujías cuadradas. En 1375 la vieja iglesia de Santa Reparata fue demolida. La nave se completó en 1380, quedando sin terminar la cúpula, en 1418.

Las paredes exteriores están recubiertas por bandas alternadas en horizontal y vertical con mármoles multicolor: el Carrara (blanco), Prato (verde) y Siena (rojo). Estas bandas de mármol tenían que repetir las decoraciones del baptisterio y del campanario de Giotto. Existen dos puertas laterales, las Puertas de los Cardenales y la Puerta de los Mandorla, con esculturas de Nanni del Banco, Donatello y Jacopo della Quercia. Las seis ventanas laterales, notables por su delicado trazado y adornos, están separadas por pilares. De ellas, solo las cuatro ventanas más cercanas al transepto dejan pasar la luz. El pavimento de la iglesia fue cubierto por mármol en el siglo XVIII.

La cúpula, de 46,5 metros de ancho, era, en sus principios una cúpula de madera construida por Arnolfo di Cambio. Construir una cúpula sobre el presbiterio conllevaba muchos problemas técnicos. Existía un modelo de ladrillo para la cúpula desde 1367. En 1419 tendrá lugar un concurso para diseñar una nueva cúpula para la catedral. Los dos competidores más importantes eran Lorenzo Ghiberti y Filippo Brunelleschi.

Brunelleschi se inspiró en la cúpula de doble pared o doble casco del Panteón de Roma. Con la ayuda de Donatello y Nanni di Banco construyó un modelo de madera y ladrillo. Brunellesci ganó de manera ajustada. Su modelo sirvió como guía para los artistas, pero intencionalmente lo presentó incompleto con la finalidad de asegurar su control sobre la construcción. 








Las soluciones del artista eran ingeniosas y sin precedentes como el peculiar diseño octogonal de doble casco: la cúpula se eleva sobre un tambor octogonal, lo que permitía que la cúpula entera fuera construida desde la superficie, sin necesidad de andamios que suponían un enorme costo.

Esta enorme construcción pesa 37.000 toneladas métricas y contiene más de 4 millones de ladrillos. Brunelleschi realizó varios dibujos y modelos durante su construcción. Tuvo que inventar máquinas elevadoras especiales y grúas para izar las piedras grandes. Estas máquinas especialmente diseñadas y las brillantes técnicas de albañilería fueron las espectaculares contribuciones a la arquitectura de Brunelleschi. En la cúpula se utilizaron también refuerzos horizontales de tirantes de piedra y hierro, preparando el camino para las ideas de reforzamiento de hierro y acero que utilizarían siglos después como el caso del hormigón.

El trabajo de la cúpula comenzó en 1420 y fue completado en 1436. Fue la primera cúpula octogonal en la historia que se construyó sin el soporte de un armazón de madera (El Panteón de Agrippa fue construido sin estructuras de soporte pero se trata de una cúpula redonda) y fue la mayor cúpula construida entonces. Fue uno de los logros más espectaculares del Renacimiento.

La idea de Brunelleschi para coronar la cúpula con una gran linterna fue puesto en duda dando lugar a otro concurso de adjudicación. Sus competidores fueron Lorenzo Ghiberti y Antonio Cachieri. Brunelleschi resultó, finalmente, el ganador. Su diseño era para una linterna octogonal con ocho arbotantes en radio y ocho ventanas arqueadas. La construcción de la linterna se inició unos meses antes de su muerte en 1446. Su construcción se ralentizó durante 25 años sin que su progreso fuese notable, debido a las intervenciones realizadas por varios arquitectos. Finalmente fue completada por Michelozzo en 1461. El tejado cónico fue rematado por Verocchio en 1469 con una capa de cobre y una cruz que contenía reliquias. Esta última estructura supone una altura total de 114,50 metros entre la cúpula y la linterna. 








La fachada original, diseñada por Arnolfo di Cambio y atribuida su construcción a Giotto, fue comenzada veinte años después de su muerte. Un dibujo a pluma y tinta de mediados del siglo XV de la fachada de Giotto se conserva en el Codex Rustici, así como el dibujo de Bernardino Poccetti de 1587, ambos exhibidos en el Museo de la Opera del Duomo. Esta primera fachada se debe al esfuerzo colectivo de varios artistas, entre ellos, Andrea Orcagna y Taddeo Gaddi y fue solo completada en su parte baja. Entre 1587 y 1588 el arquitecto de la corte de los Medici, Bernardo Buontalenti la demolió por orden del Gran Duque Francisco I de Medici, ya que parecía no estar de moda en los tiempos del Renacimiento. Algunas de las esculturas originales se muestran en el Museo de la Opera del Duomo, otras están en el Museo de Berlín y en el Louvre. El concurso para una nueva fachada terminó con un gran escándalo. El diseño de la fachada, en madera, de Buontalenti está expuesto en el Museo de la Ópera del Duomo. Varios diseños nuevos fueron propuestos en años posteriores, pero los modelos no fueron aceptados. 

En 1864 se abrió un concurso para diseñar una fachada nueva, resultando ganador Emilio di Fabritis en 1871. El trabajo comenzó en 1876 y se terminó en 1887. Esta fachada neogótica en mármoles blancos, verdes y rosas forma una unidad en armonía con la catedral, el campanario de Giotto y el baptisterio.

La catedral presenta planta basilical clásica, con una nave central muy alta y ancha y dos naves laterales de menores dimensiones. Las naves quedan separadas por anchos arcos ojivales con columnas compuestas, dividiendo la nave en cuatro tramos cuadrados.

Sus dimensiones son enormes: 157 metros de largo por 130 metros de ancho y 107 metros de alto desde la base la cima de la cúpula. La altura de los arcos del pasillo es de 23 metros.

Muchas de las decoraciones de la iglesia se han perdido con el paso del tiempo o han sido trasladados al Museo de la Opera del Duomo, como las magníficas cantorías (púlpitos para los cantores) de Lucca della Robbia y Donatello.









Como la catedral fue construida con fondos públicos, algunos de los objetos de arte de esta iglesia están dedicados a las personas ilustrres y líderes militares de Florencia.


  • Dante y la Divina Comedia (Domenico de Michelino, 1465): Esta pintura es especialmente interesante, porque nos muestra, aparte de escenas de la Divina Comedia, una vista de Florencia de 1465
  • La estatua ecuestre de Giovanni Acuto de Paolo Uccello (1436). Este fresco, casi unicolor, fue transferido a tela en el siglo XIX. Está pintado en terra verde, el color más cercano a la pátina de bronce
  • La estatua ecuestre de Niccoló da Tolentino, de Andrea del Castagno, 1456: Este fresco, transferido a tela durante el siglo XIX, en el mismo estilo que el original, está pintado en un color semejante al mármol. Está decorado mas ricamente y da una mayor impresión de movimiento

Ambos frescos representan a los condottieri como figuras cabalgando triunfalmente. Ambos pintores tuvieron problemas cuando aplicaban las nuevas reglas de perspectiva y acercamiento, usaron dos puntos de unidad, uno para el caballo y otro para el pedestal, en lugar de usar solo un punto de unificación

  • Bustos de Giotto (Benedetto da Maiano), Brunelleschi (Buggiano, 1447), Marcilio Ficino y Antonio Squarcialupi (famoso organista). Todos los bustos datan de los siglos XV y XVI

Encima de la puerta mayor está la colosal fachada del reloj, con retratos al fresco de cuatro profetas pintados por Paolo Uccello (1443). Este reloj, con una sola aguja muestra las 24 horas de la hora itálica, un período que termina con el ocaso a las 24 horas. Este horario fue usado hasta el siglo XVIII. Es uno de los pocos relojes de aquel tiempo, que todavía existen y funcionan.






La iglesia es particularmente notable por sus 44 vitrales, el proyecto más grande de ese tipo en Italia de los siglos XIV y XV. En las vidrieras de las naves y el transepto se representan figuras de santos del Antiguo y del Nuevo Testamento. Es el trabajo de los artistas florentinos más importantes de la época como Donatello, Lorenzo Ghiberti, Paolo Uccello y Andrea del Castagno.


  • Cristo coronando a María como Reina, vidriera redonda encima del reloj, con un rico caleidoscopio de colores, fue diseñada por Gaddo Gaddi, a principios del 1300
  • Donatello diseñó la vidriera de La Coronación de la Virgen, en el tambor de la cúpula (la única que se puede ver desde la nave)
  • El precioso monumento funerario de Antonio d'Orso (1323), obispo de Florencia, fue realizado por Dino di Camaio, el escultor más importante de su tiempo

La cruz monumental, situada detrás del trono episcopal, en el altar mayor es de Benedetto di Maiano. El coro es obra de Bartolommeo Bandielli. Las puertas de la sacristía, de diez paneles de bronce, fueron realizadas por Lucca della Robbia.

Detrás del ábside central se encuentra el altar de San Zenobio, primer obispo de Florencia. El altar, una obra maestra de Ghiberti, contiene la urna con sus reliquias. Encima de este santuario está el cuadro de La Última Cena de Giovanni di Balduccio.

En cuanto al interior de la cúpula, primero se sugirió que los 45 metros de ancho fueran cubiertos con una decoración de mosaico para aprovechar al máximo la luz que entraba por los rosetones, y a través de la linterna. Brunelleschi propuso que la bóveda brillara como oro resplandeciente, pero su muerte, en 1446, puso fin a este proyecto y las paredes de la cúpula fueron enjalbenados. Cosme I de Médici decidió que la cúpula fuera pintada con una representación de El Juicio Final. Esta obra, de 3600 metros cuadrados de superficie pintada, fue comenzada en 1568 por Giorgio Vasari y Federico Zuccaro y duraría hasta 1579.

La catedral ha sufrido laboriosas excavaciones entre 1965 y 1974. Las bóvedas subterráneas fueron usadas para sepultar a los obispos florentinos a través de los siglos. La historia arqueológica de esta enorme área ha sido revelada: ruinas de casas romanas, un pavimento del cristianismo temprano, ruinas de la antigua catedral de Santa Reparata y ampliaciones sucesivas de dicha iglesia. Cerca de la entrada abierta al público está la tumba de Brunelleschi, como prueba del gran cariño que le profesaron los florentinos.



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